Nº 9 Compartiendo habitación con Robinho y Sergi Roberto
Hablar de Brasil es sinónimo de futbol
y la primera vez que recuerde y escuché la palabra Brasil fue en aquel julio de
1998, lo recuerdo como si fuera ayer, muchos de mis vecinos estaban aglomerados
en la bodega del barrio que tenia un televisor a color (de hecho uno de los pocos
en mi barrio en aquel tiempo) viendo la final de mundial de Francia 98.
En este momento no era consiente de la
importancia de Brasil y toda su historia futbolística, aquel equipo con grandes
estrellas como Rivaldo, Ronaldo, Roberto Carlos intentando hacerse del
pentacampeón del mundo enfrentados en la final al país anfitrión, ante un Francia
que intentaba hacerse de su primera copa y empezar a escribir su historia en
esta selecta lista de campeones del mundo.
En mi barrio todos estaban apoyando a
Brasil, hubo muchas apuestas de las cuales la mayoría daba como ganador al
equipo carioca, mis amigos de barrio dándose cuenta de mi poco conocer del
deporte rey intentaron apostar conmigo pero ellos eligiendo primero a Brasil
como campeón, bueno a mi en aquel entonces me gustaba el color azul de camiseta
francesa y decidí quedarme con ellos sin sospechar que en un futuro Francia
influiría mucho en mi vida pero esto es otra historia.
El partido llegó a su fin y muchos de
mis vecinos no podían creerlo que la poderosa Brasil había perdido , muchos
hablaban de sobornos o un partido comprado , pero bueno yo estaba feliz por qué
gané mi primer sol en apuestas y después de este partido seguí mucho más a
Brasil , quede maravillado con su juego bonito , la aparición de Ronaldinho hizo
crecer mi amor por este deporte aunque admito que no lo jugaba muy bien me
encantaba mirarlo , a través del fútbol me fui interesando por saber un poco
más de la cultura de este país tan gigante en Sudamérica.
Río de Janeiro 14 de febrero del 2018
Esta era mi primera vez en el gigante
de Sudamérica y a la vez coincidí con uno de los eventos mas importantes del
año que es; el carnaval de Río de Janeiro en el que donde durante una semana la
ciudad se no se paraliza sino baila al ritmo de samba.
Hice mi reservación en un hostal cerca
al centro de Río pensando que así estaría mucho más cerca de todo y en especial
de las fiestas , no estaba lejos de la realidad sin embargo mi hostal estaba en
una calle vacía por las noches , al llegar la primera noche con mi taxi me di
cuenta que no podría caminar solo por ahí el lugar se veía muy peligroso y mi hostal era
un edificio antiguo de 6 pisos, mi habitación
era la última y para mi mala suerte el
ascensor estaba malogrado así que a mi pesar tenia que subir a pie todas las
noches , renegué toda la noche por haber llegado a un lugar tan peligroso y
encima subir tantos pisos diariamente pero no podía hacer nada ya que por
carnaval mi reserva estaba ya pagada por adelantado con mi tarjeta y barato no
estaba el hostal por estas fechas , condenado a mi suerte decidí seguir
adelante y pasar por alto estos percances , al día siguiente decidí hacer mi
viaje normal y tratar de no pensar en el lugar tan peligroso que me tocaba
volver todas las noches.
Regrese al atardecer después de pasar
un lindo día en playa Copacabana, subí los 6 pisos del hostal sin renegar de mi suerte y al llegar a mi
habitación encontré que tenía 2 compañeros de cuarto , dos señores que se veían
humildes con las camisetas del Corinthians y del Sao paulo , miré mi mochila y
la encontré un poco abierta, los miré y
equivocadamente haciendo juicios rápidos en mi mente los empecé a acusar diciéndome
“sé que fueron ustedes “ entonces que decidí encararlos hasta que de pronto uno
me dijo “boa noite” usted tiene sed? ,hoy el día fue muy caluroso para todos
aquí tenemos solo un poco de agua pero podemos compartir.
Aparte del calor infernal que hubo ese
día en que se llegó a los 40 grados el aire acondicionado de mi hostal no
funcionaba , la temperatura estaba muy
elevada en la habitación , ellos tenían una botella pequeña de agua para los
dos, que se la pudieron haber quedado ya que por estos días el agua estaba un
poco más cara de lo normal, entonces me puse a pensar lo estúpido que fui , mis
cosas estaba como yo las había dejado solo mi cierre estaba un poco más abierto
por qué de seguro yo no lo cerré bien , estuve apunto de ofender a estas dos
personas culpándolos de algo que no tuvieron que ver con un supuesto intento de robo cuando
era todo lo contrario , acepte su agua y hable un poco más con ellos , el
portugués de ellos más era un Portuñol así que muy bien los entendí , sus
nombres eran Robinho y Sergi Roberto , si como los jugadores de futbol , eran
dos hombres que habían llegado ya a sus 40 años y eran provenientes de São
Paulo y estaban en Río de Janeiro por un trabajo de construcción entonces decidieron
hospedarse en un lugar cerca a la obra que debían realizar.
Esta noche me preguntaron si era
mexicano, algo muy común en mi siempre me confunden con mexicano a cada lugar que
voy , pero respondí que era peruano , automáticamente me relacionaron con Paolo
Guerrero , nuestro capitán de la selección Peruana, Sergi me dijo que era un
excelente atacante cuando estaba en Corinthians
(su equipo paulista) pero lastima
que se fue al Flamengo (el equipo de Rio) , solo atiné a decir que bueno así
son las oportunidades , Robinho me hablo que el peruano cueva el 10 de São
Paulo tenía magia que los brasileños tienen.
Esta noche hablamos mucho de fútbol y
vimos la tele que compartíamos en la habitación un programa de fútbol, entonces
remarqué la manera tan apasionada que me hablaban del deporte rey me hacía
entender la manera que los brasileños vivían este deporte tan lindo, fue en
este momento que me sentí más en Brasil que nunca.
A la mañana siguiente desperté algo
tarde pero me di cuenta que el aire acondicionado funcionaba, ellos no sé qué
habían hecho exactamente para solucionar el problema pero de seguro eran muy
hábiles en todo trabajo manual, un mundo que lastimosamente desconozco.
Volví al anochecer otra vez en taxi y
al bajarme me llamaron - Perú vamos a tomar unas cervezas, me acerque y dije : pero
¿donde? No veo un bar? Pero ellos me respondieron
pues aquí en la calle, de la tienda sacaron una mesa de plástico y la
instalaron en la calle y empezamos a compartir las cervezas empezamos con una
SKOLL pero la charla fue tan amena que al final nos tomamos unas 12 cervezas de
650 ml solo los tres.
Entre la conversación Robinho y Sergi
me hablaron de lo dura que había sido su vida en su juventud ya que ellos
provenían de una Favela en san paulo y determinada edad debían decidir entre
robar o conseguir un trabajo, ellos decidieron el camino más honroso pero
conocían muy bien las favelas de São Paulo, sobre el movimiento de drogas y
armas y lo complicado que es entrar a una ya que corres con el riesgo de perder
hasta la vida pero me invitaron algún día poder ir a São Paulo se ofrecieron
muy gentilmente ser mis guías y si quería entrar a la Favela donde crecieron ya
que si iba con ellos nada me pasaría.
Robinho y Sergi me dieron una gran lección
que debería ya haber aprendido, en la dejar de lado nuestros prejuicios ya que manteniéndolos
nos cerramos a la oportunidad de conocer un mundo diferente al nuestro, a veces
de las personas mas simples se aprenden cosas maravillosas.
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